LEGIÓN

   Estamos ante una de las novelas más escalofriantes que jamás he leído después de “El exorcista” y curiosamente del mismo autor, William Peter Blaty. Es una novela que recupera al teniente Kinderman, uno de los personajes más entrañables de “El exorcista”.

   Blaty quiso seguir reflexionando sobre aquellos temas teológicos que tanto le habían interesado en El exorcista: el mal, el silencio de Dios, el sufrimiento… No estaba pensada en un primer momento como una continuación de “El exorcista”, sino que simplemente hay una conexión desde el personaje de Kindermen y del “padre Karras”.

   La warner se interesó por esta novela de Blaty y quiso llevarla al cine como redención del desastre cometido con “El hereje (Exorcista II).” En un primer momento se pensó que la adaptación la llevara a cabo John Carperten, pero finalmente, y en contra de su voluntad, acabó dirigiéndola Peter Blaty. A pesar de su poca experiencia como director de cine, supo darle mucha dignidad a la película, tanto por la adaptación en un buen guión, por la elección de actores, repite Jason Miller, y por la ambientación, le vuelve a dar un toque terrorífico a las famosas escaleras.

   Sabe combinar la profundidad de la historia con lo escalofriante de la ambientación. Por ejemplo la escena del asesinato de la enfermera, en medio del silencio de la madrugada en un pasillo de hospital, y de repente corre veloz detrás de ella algo envuelto en sábanas blancas con unas enormes tijeras de podar; asombroso.

   Esta película se salta por completo la predecesora El hereje (exorcista II), bien podría verse esta como la segunda parte, por ser escrita por el mismo autor y por mantener cierta coherencia. Cosa que le falta a El hereje.

    El jugo que le saca a las posesiones es maravilloso, un alarde de imaginación como pocas veces se ve en el cine actual cada vez que hacen una película sobre esta temática que no hacen sino repetir esquemas anteriores.

    Una de las mejores escenas, donde se resuelve quien es el asesino que ha cometido los horribles crímenes, esta cuando Kinderman llega a su casa y allí se encuentra a una siniestra enfermera que saca una enormes tijeras de podar y dice aquello de:

-          Le estaba esperando teniente (…) Los catatónicos son fáciles de poseer…

  Una de las cosas más flojas que tiene Legión es la justificación de cómo Karras llegó al hospital después de haberle dado por muerto en El exorcista y como permaneció allí durante 15 años. Quizá lo mas inverosímil de la historia, pero lo resulve Blaty con la explicación de una posesión que tiene su lógica si nos acordamos que Karras muere poseído en El exorcista.

   Hay que destacar la maravillosa interpretación de George C. Scott, que logra meterse en el personaje de Kinderman casi como lo hiciera Lee. J Cob en El exorcista. Sabe meterse en la personalidad del teniente Kinderman que ya había trazado Blaty, y que aquí continua, como su pasión por el cine, la amistad que se había forjado entre Karras y Kinderman, y que luego se trasladó a Dyer, algo que se ve en el final de "El exorcista", cuando Kinderman invita a Dyer al cine, ya en la 1º esta el inicio de Legión. Es la coherencia de que sea el mismo escritor en ambas.

 Y la banda sonora original de Barry Devorzon, que compuso una música inquietante y sugerente muy buena. Y destacar los decorados. Es un agrado que se haya rodado en Georgetown, en sus calles, en sus escalinatas. Algo que se hecho de menos en El hereje, que aunque fue un decorado muy conseguido, no logró el efecto que se logra aquí, que es esa sensación de realidad, de andar por las propias calles, y por las mismas escalinatas que dan a la casa de Regan, y por las que actualmente, muchos transeuntes de Georgetown se piensan dos veces a la hora de andar por ellas.

   Una gran escena es la del sueño de Kinderman; el cielo como una gran estación con camas y enfermos a modo de un hospital, con una orquesta de jazz tocando, con un siniestro cuarteto de cuerda, de unos enanos llevando el reloj de su casa, y en ese cielo se encuentra a su amigo el padre Dyer, quien está ingresado en el hospital. Kinderman se sorprende al ver a su amigo en su sueño y en el cielo,

-          Menos mal que es un sueño.- Le dice Kinderman

-          No Bill, yo no estoy soñando.

Al día siguiente le comunican que Dyer ha sido asesinado.

Así es Legión. Una historia muy bien construida que combina terror, psicología, suspense, teología, locura, asesinatos…