¿Sabes lo que es un flashback?

¿Sabes lo que es un flashback?

domingo, 8 de julio de 2018

STELLA


   Hablar de “Stella” es hablar de esas películas que tocan el corazón. Está basada en una novela de Olivie Higgins Prouty, y que ya había sido adaptada para el cine en el año 1937 y protagonizada por Barbara Stanwyck e incluso antes en 1925 dado el gran éxito de la novela. Pero en mi opinión estamos ante su versión más lograda fundamentalmente gracias a la gran interpretación de Bette Midler.



   Si me preguntasen de que trata “Setella”, su principal argumento es el amor de una madre. Stella es una mujer humilde, trabaja en un bar, no tiene una educación muy exquisita y su mejor amigo en uno de los parroquianos diarios que de esa bar, magistralmente interpretado por John Goodman. Pero en una noche y por casualidad Stella va a encontrar en ese bar a su príncipe azul: educado, guapo, con una exquisita educación, medico….que se enamorará perdidamente de ella. Pronto quedara embarazada y tiene una hija. Ellos se casan. Y prácticamente a partir de aquí es donde comienza verdaderamente la película. 


   Las dificultades de ese matrimonio lleno de abismos sociales, dos formas de educar, dos formas de querer…. Bette Midler hace un papel soberbio, yo diría de los más intensos de su grata filmografía. Esta película es el reflejo de cómo lucha una madre por su hija, de cómo lo da todo. Cambia su trabajo del bar por otro en el que ganará menos pero que no avergonzará a su hija, intentará reformar a su amigo alcohólico para que su hija lo acepte, le preparará las mejores fiestas de cumpleaños, le dará los mejores consejos, será su mejor amiga, e incluso aceptará pasar la Nochebuena para que su hija la pueda pasar con su padre… Pero sin embargo…. Y ahí comenzará el núcleo de esta historia: el sacrifico de una madre. 


   Tuve la suerte de poder ver y dar a conocer esta película a mi madre como mi solapado homenaje a lo que ella había hecho por mí. Es la película de las madres y sus sacrificios por sus hijos. Es la película del amor que se entrega totalmente, del amor que sabe esperar, sufrir, intentar, perdonar, luchar, trabajar, llorar, reír… Esta película logra retratar en el personaje de Stella algo tan enorme y complejo como es el amor de un madre.
  Una película hermosa, intensa, triste y alegre a la vez, como es la vida misma. Ideal para entender lo que es capaz de hacer una madre por una hija. ¿Qué  de que trata “Stella”? Del amor de verdad, del primero y más autentico que encuentra un ser humano al nacer, el de su madre. 



 
   Inolvidable la escena del cumpleaños. La gran fiesta que le prepara su madre y que poco a poco todos los invitados llamaran para excusarse y no ir. Es ahí donde Stella comienza a darse cuenta que por mucho que se ha sacrificado por su hija, aun le queda hacer el sacrificio mayor: “renunciar” a ella…


   Y por supuesto la tierna, triste y emocionante escena final en la que Stella necesitaba saber si después del gran  sacrificio que hizo por ella, era feliz. “- Necesito verle la cara, necesito saberlo”. Le dice al policía que intenta apartarla de la ventana desde la que contempla desde la lejanía la boda de su hija. Es una escena que llega al alma. Una escena tan lograda en la que se dan cita tantos sentimientos a la vez, tristeza por la situación, alegría porque su hija es feliz, tristeza porque ella, la que había hecho todo por ser una gran madre, se quedaba sin su hija… Pero su hija era feliz, y para una madre, solo eso importa. Si su hijo es feliz, eso es todo lo que una madre necesita saber y conseguir, y a partir de ahí, lo demás no importa… Así son las madres…


viernes, 22 de junio de 2018

AMOR INMORTAL

                                         
                                                            AMOR INMORTAL




                                      Me miro en el espejo y veo en mi rostro
                                      El tiempo que he sufrido por tu adiós

                                       Prefiero estar dormido que despierto
                                       De tanto que me duele que no estés

                                       Como quisiera que tu vivieras
                                       Que tus ojos jamás se hubieran
                                       Cerrado nunca y estar mirándolos

                                       Amor eterno e inolvidable
                                       Tarde o temprano estaré contigo
                                       Y volveremos a ser felices...





                                       Yo he sufrido tanto por tu ausencia
                                       Desde ese día hasta hoy no soy feliz
                                       Y aunque tengo tranquila mi conciencia
                                       Se que pude haber yo hecho mas por ti...





                                       Oscura soledad estoy viviendo
                                       La misma soledad de tu sepulcro
                            
                                       Como quisiera que tu vivieras
                                       Que tus ojitos jamás se hubieran
                                       Cerrado nunca, y estar mirándolos


                                      

                                       Amor eterno e inolvidable
                                       Tarde o temprano estaré contigo
                                       Y volveremos a ser felices...






jueves, 7 de junio de 2018

DESICIÓN FINAL


   Estamos ante una película que puede considerarse la última obra de dos grandes estrellas, la última película de James Stewart y  a penúltima buena película de Bette Davis, porque a ella aún le quedaría hacer otra obra maestra más como luego fue “Las ballenas de agosto”.


   “Decisión final” es una película hecha para la televisión por George Schaefer, uno de los grandes que mejores historias llenas de sensibilidad y estilo ha llevado a la pequeña pantalla, como las dos hermosas últimas películas que rodó con Kathareine Hepburn, cuando la pobre estaba en su avanzado estado de enfermedad, películas tan bellas como “Dorado despertar” o “Mi vecino es un ladrón” que por desgracia han tenido una escasa distribución en España.


   Pero la película que nos ocupa constituye el último trabajo de una enérgica Bette Davis, ya que sus posteriores películas están más condicionadas por la debilidad de su enfermedad. Aquí vemos a una todavía irónica y fuerte Davis llevando el control de cada escena en la que aparece. Estamos ante una historia en la que un viejo matrimonio decide suicidarse dada la enfermedad terminal que padece ella y el miedo de su marido de quedarse solo, sin ella. La película toma pie cuando se lo comunican a la hija, muy bien interpretada por Melinda Dillon. 


   El contraste de una hija que quiere a sus padres con unos padres que han optado por el abandono, también en el cuidado del hogar. En un primer momento su hija va a hacer todo lo posible por quitarles esa idea de la cabeza, aunque poco a poco hará el esfuerzo por entenderlos. “Desición final” no es un alegato a favor de la eutanasia porque sus protagonistas no quieren legalizar nada, simplemente estar juntos en un momento en el que ven que pronto van a separarse. 


   Uno de los meritos de esta película es que no cae en sensiblería. Se mantiene en todo momento en un ritmo serio e irónico de la situación, e incluso con el sentido del humor que desprende el personaje de Bette Davis.
   “Decisión final” es también una reflexión sobre la vida y la muerte. Maravillosas son las escenas en el que el enamorado y entrañable matrimonio hacen balance de su felicidad juntos. No voy a revelar nada de la entrañable escena final en el coche cuando el matrimonio ha tomado una decisión y comienzan a evocar sus buenos recuerdos.


   Es una pena que esta última película de dos de los mejores actores de la historia del cine este aun tan oculta o desconocida. Pero es una buena oportunidad ahora que ha sido editada en dvd para recuperar esta historia de vida, amor y ternura.

domingo, 27 de mayo de 2018

LAS ESTRELLAS DE CINE NO MUEREN EN LIVERPOOL


Por fin pude ir al cine a ver esta película y he de decir que estamos ante una de los mejores estrenos del año. Y también de la filmografía dePaul McGuigan, junto con la interesante revisión que hizo de Frankenstein.  



   Esta película es una declaración de amor en la enfermedad. El amor entre un joven de 28 años que conoce por casualidad a un mujer alegre, divertida y llena de energía y que resultará ser la actriz Gloria Grahame en la que sería la última etapa de su vida. A pesar de la diferencia de edad, el amor es posible y ellos lo viven con pasión. Muchos de los flashback están repletos de esos momentos felices, llenos de salud, de amor. Maravillosa la escena en la que van a un cine a ver un clásico de los 50 de la misma Gloria Grahame. Y de como Peter queda ensimismado de su belleza juvenil que aún conserva. 



  



 La película da un giro cuando la pareja ya viven juntos pero Peter sospecha que Gloria le oculta algo. Lo descubrirá después de separarse y cuando un año después ella viaja a casa de Peter. Y aunque al principio intenta ocultárselo, el descubrirá que padece un cáncer de mama ya metastásico. Es en esos duros momentos donde el joven Peter confirma cuanto la quiere. En realidad queremos, pero siempre es cuando se atisba la pérdida cuando parece que nos damos verdadera cuenta. Muy bonito el personaje de la madre de Peter, una señora que comprende la relación que tiene su hijo con Gloria, que la apoya  y de cómo se desvive por ayudar a Gloria mientras esta en su casa. 




      Las escenas más duras son esas en las que la enérgica Gloria se va debilitando. Poco a poco se va yendo… Pero especialmente emotiva es la escena en la que Peter la lleva a un teatro para recitar juntos el papel que él siempre le había dicho que ella había merecido interpretar; la Julieta de Shakespeare. Y aún con ese hilo de voz, recitan juntos partes de esa gran obra. Una escena de tal intensidad y sentimiento en la que iba a ser la última interpretación de Gloria Grahame, en un teatro vacío, sentada frente a frente con su novio. Una escena hermosamente rodada. 




   Y por supuesto la escena inevitable, cuando Peter no le queda otra que ver como el hijo de Gloria viene a llevársela al hospital. Impresionante ese plano final de Jaime Bell mantenido. Ni que decir tiene que de la interesante carrera que lleva Jaime, este es uno de sus mejores trabajos, junto con “Historia de un secuestro” o “MisterFoe”. Demuestra que poco a poco se un actor capaz de transmitir una sensación de pérdida al espectador. Y por supuesto Annette Bening, que hace una interpretación portentosa. Además de muy documentada y realista en esa maldita fase final de la enfermedad. 



  En definitiva, muy recomendable. De las mejores películas, hermosas, sinceras e intensas que se pueden ver en medio de una cartelera saturada por superhéroes repetitivos y terror de usar y tirar.