¿Sabes lo que es un flashback?

¿Sabes lo que es un flashback?

domingo, 13 de abril de 2014

COCINA DE CINE... "JULIE & JULIA"

  Ahora que están de moda programas como Master Chef, Pesadilla en el cocina, Top Chef y demás realitis culinarios, traigo a colación una interesante película de las pocas que hay dedicadas al mundo de la cocina, y además reciente, se trata de Julie & Julia, una película dirigida por Nora Ephron. Una película basada en hechos reales sobre la experta cocinera  Julia Child.

   La película es la historia de una joven que se siente irrealizada en su mediocre trabajo y decide dedicar un año a realizar todas las recetas de Julie de su famoso libro “Dominando el Arte de la Cocina Francesa” (Mastering the art of french cooking), e ir escribiendo sus impresiones en un blog que pronto tendrá machismos seguidores.

   Es curioso que la historia del cine haya dedicado pocas películas al arte culinario. Esta película es un homenaje a la figura de la cocinera en una historia de superación y descubrimiento. Una historia contemporánea y otra de un tiempo no muy pasado. La película juega constantemente con el flashback y la actualidad para mostrarnos que ambas mujeres no son tan distintas. Ambas usan la cocina como medio de superación personal, como un autentico reto y como un autentico entrenamiento.

   La figura del hombre aquí pasa a un segundo plano, solo son esos compañeros que disfrutan lo que hacen sus respectivas novias pero que no se involucran para nada. Y por supuesto Maryl Streep salva la película. Quizá de no ser por ella dudo mucho que esta película tenido mayor repercusión. Y aún así no tuvo el éxito esperado y la critica estuvo muy dividida. Sin duda por la poca costumbre de ver una película dedicada al mundo de la cocina. Esta es una película pionera, y además muy buena. Una comedia basada en sencillas historias en las que predominan el amor y la alegría de vivir. Optimista, divertida y tierna.

   Un digno trabajo que sirve de pistoletazo de salida y precedente de una unión con mucha química: el cine y la cocina. Y que la película acabe con el tema Time after time... un signo de buen gusto que no tiene precio para los que amamos el jazz.



miércoles, 2 de abril de 2014

EL GRAN HOTEL DE BUDAPEST... EL ÚLTIMO REDUCTO DE UN ROMANTICO

   Siempre resulta una autentica delicia ver una película de Wes Anderson. Esta película, El gran hotel de Budapest, es toda una declaración de un romántico empedernido. Y cuando digo romántico quiero decir en el sentido original del termino, no en las gilipolleces que hoy se le aplican al concepto romántico. Me refiero al romanticismo de los solitarios, al romanticismos de Poe, de Kierkegaard... Un romanticismo que ya apenas existe.
   Pero que en esta película, Anderson nos da una pequeña muestra de lo que es. Creo que la trama de la  película es un buen pretexto para llevarnos a la cuestión: un gran hotel de máximo esplendor, un joven botones y su romance con una guapa pastelera, Agatha. Pasan los años. El joven botones hereda el hotel, los tiempos han cambiado, ya nadie acude. Estamos en 1985 y ya no es ni la sombra de lo que era. Ahora ha quedado anticuado. Los baños dan pena. Las instalaciones han quedado muy antiguas, y ya apenas se puede hacer una gran reforma porque es un hotel que da más perdidas que ganancias.
   Pero esta no es la película, esto es solo el trasfondo final. La película es una trepidante aventura de los tiempo de máximo esplendor del hotel, de cuando el joven botones y su jefe logran resolver un misterio de herencias, cuadro, asesinatos y fuga de la cárcel incluido. Y todo contado con ese delicioso toque de surrealismo al estilo Wes Anderson, que pone su toque personal al surrealismo. Un surrealismo distinto al de Berlanga o Fellini.
   Pero después de la gran historia, volvemos al año 1985, y el que era aquél tímido jóvenes botones, con su guapa novia Agatha, y q luego paso a ser el dueño del hotel, recibe una pregunta del interlocutor a quien le ha contado toda la aventura:

   - ¿Pero por qué sigue mantenido este hotel, cuando ya no viene nadie y solo le trae perdidas?

  - Por ella... por Agatha.

   Hacia mucho que había quedado viudo y el hotel representa sus años felices. Wes Anderson nos sumerge en una tremenda aventura para acabar la película con un toco de puro romanticismo al mas viejo estilo: un salón de hotel vacío, el balneario vacío y anticuado, un ascensor que ya no funciona, un personal de hotel despistado, un mobiliario que ha quedado desfasado... Pero todo eso, es lo único que le recuerda a ella. Los recuerdos de las mejores historias son cosas viejas, pero cargadas de sentido para el que, ese hotel viejo un día fue el escenario de su felicidad.