¿Sabes lo que es un flashback?

¿Sabes lo que es un flashback?

martes, 30 de junio de 2020

SCARLETT


  Esta gran mini serie es la gran prueba de que las grandes historias de amor nunca terminan, siempre están ahí. Por ello estará siempre en el inconsciente colectivo el gran amor de Escarlata y Rhett, y por ello cuando en 1994 se estreno esta serie fue todo un bom mundial.



   Todo empezó cuando e 1991 Alexandra Ripley publica la novela “Scarlett” que pronto se convierte en un best seller por constituir la continuación oficial de “Lo que el viento se llevó” con el beneplácito de los herederos de Margaret Mitchel. Todos querían los derechos. Hasta que finalmente la productora pagó por ellos 9 millones de dólares. La mayor cantidad de dinero que se ha pagado jamás por los derechos de un libro. 



  Y desde el primer momento que se conoció la noticia de su adaptación y debido al interés mundial que esto generó, no ha habido hasta la fecha otro drama televisivo que haya generado esta emoción en el mundo.
  “Scarlett” tiene menos de ese carácter bélico e histórico que tiene “Lo que el viento se llevó” y se trata más bien de una historia más personal, de un viaje emocional y sobre las prioridades vitales de una mujer. Por ello no se debe comparar con la película “Lo que el viento se llevó” porque ambas concurren por caminos distintos. Esta no trata de imitar ni de copiar, tan solo es la oportunidad de continuar una leyenda, un amor inmortal. Es la historia de la persecución de Scarlett por el amor. Una mujer que vive según sus propias reglas.


   La serie se rodó en tres países. El momento más esperado fue la filmación del regreso de Scarlett a la casa familiar, a Tara. Para ello se hizo un replica perfecta a partir de los bocetos originales. Una casa que se deteriorada como un símbolo de que muchas heridas aún no han cicatrizado.




   En Charleston se rodaron la mayoría de las localizaciones de exteriores, junto con las bellas localizaciones que se rodaron en Irlanda. Para el departamento de arte esta serie constituyó un verdadero reto nunca hecho. En total se rodaron en 167 exteriores distintos. Como también fue un reto para el departamento de vestuario, cuidados hasta el último detalle. El personaje de Scarlett cambia de vestido unas 120 veces, y cada uno de esos vestidos reflejan algo de la personalidad y el carácter de la protagonista: su capricho, su frivolidad, su fortaleza, su humildad, su espíritu de lucha…




 Como también los decorados: el mercado, la plantación, los edificios y por supuesto las recreaciones de lugares que en “Lo que el viento se llevó” fueron importantes, como las escaleras de la casa de Atlanta donde Scarlett y Rhett comenzaron su matrimonio fallido.

   Un gran mérito de esta serie fue el gran casting que se hizo en todo el mundo para elegir a los míticos personajes de esta gran historia universal.  Joanne Whalley hace un trabajo fantástico, en muchos de sus gestos y movimientos se transmite esa frivolidad del personaje de Scarlett que también transmitía Vivian Leight.  Y para Rhett se eligió a Timothy Dalton  en este uno de sus mejores trabajos. Sin copiar, porque es imposible, a Clark Gable, logra transmitir esa ironía en su mirada y ese aire burletero del personaje. La serie cuenta con secundarios de lujo como John  para el John Gielgud, el arrogante abuelo de Scarlett. O de una de las actrices fetiches del directo, Ann –Margret en el papel de Bell, la famosa madam del burdel y la única mujer en la que Rhett  confía de verdad. Y por supuesto destacar al personaje de Asley, donde aquí se le retrata con bigote como originalmente así lo describía Margaret Michel en su novela, y con el pelo ondulado en homenaje a Leslie Howard. Y también a la gran actriz  Julie Harris como la madre de Rhett.





El viraje dramático de esta película comienza con una tormenta en la que se ven envueltos Reth y Scarlett mientras navegaban en un bote. Tendrá lugar entre ellos una circunstancia que cambiará sus vidas y Scarlett decide refugiarse en la tierra de su familia paterna, Irlanda. En esta serie Irlanda representa la búsqueda de una nueva vida siguiendo las huellas de su padre.


   Se recrea muy bien el conflicto entre los campesinos y los terratenientes ingleses, reflejo de un conflicto histórico en la que Scarlett se verá salpicada.  En Irlanda Scarlett conocerá el verdadero concepto de amor de familia en toda su familia paterna. Allí recibirá mucho amor y será como todo un proceso de maduración de chiquilla frívola a mujer.  Va madurando, resulta más tierna, pero sin perder su característica ironía y elegancia. 


   Gran merito de la serie es el villano Lord Fenton, interpretado portentosamente por Sean Bean. Un personaje oscuro y siniestro, pero atractivo y educado a la vez. Una especie de  dr Jekyll y mr Hyde . En esta etapa de la historia de contó con actrices irlandesas que dotan a la historia de una verosimilitud muy lograda, como los personajes de la señora Frick Patrick o de Mery Boy.



   Una escena que me impactó mucho por su espectacularidad y su terror es la que acontece en la noche de todos los Santos cuando Scarlett va a dar a luz y le practican una cesárea siguiendo unos antiguos ritos célticos. Se contó para ello con el asesoramiento de un “bruja” conocedora de estos rituales antiguos. Y la escena es totalmente sobrecogedora. 

   También son espectaculares las bellas escenas que tienen lugar en marcos incomparables como el castillo de Dublín, las fincas, las ruinas de la originaria Tara de Irlanda o las de la cacería del zorro.

   Y por supuesto destacar la poderosa banda sonora que compuso John Morris. Tenía un gran reto de hacer una hermosa partitura sabiendo que no podía competir con la de Max Stainer. Y sin entrar en comparaciones, logro una música muy especial que da un acarter propia a esta nueva Scarlett. Tambien unas partituras adaptadas a cada situación y lugar, como las referidas a su estancia en Irlanda o el tema referido cuando descubren las ruinas de la primera Tara. Es como una especie de nuevo tema de Tara grandioso y muy hermoso. Y también se hizo una llamada "Love hurts" interpretada por la the Munich Philarmonic Orchestra y cantada por Nazareth.Un hermoso tema romantico con mucha fuerza. 


   En definitiva Scarlett es la historia de la transformación de una mujer, de un viaje interior y exterior. Una mujer que aprenderá a ser comprensiva y a saber reparar las consciencias de sus acciones.  Todo un proceso de maduración en el que Scarlett aprenderá el valor de ser una persona auténtica y  el significado de las palabras: respeto, cariño y amor.



 John Erman pone toda la carne en el asador con esta su gran obra, todo un meticuloso trabajo para dar vida a otro tiempo, a otra cultura, a las tradiciones irlandesas… Dar vida a los restos de una nueva civilización que el viento dejó.



   Scarlett es una poderosa aventura romántica que hay que ver sin prejuicios ni afanes comparativos. Es la historia de amor más memorable de una mujer.

   Se hizo una gran campaña de publicidad en España para su estreno en televisión que siempre se me ha quedado marcada como uno de mis recuerdos más entrañables de mi infancia por la grandiosidad del proyecto y como se presentaba: la músia, las imagenes...Todo tenía como una magia especial. Era como un clásico que volvía. Me enamoré de Scarlett. Recorté todos los hermosos carteles que salian en las revistas para publicitarla.



   Recuerdo esos paseos con mi madre por la calle Triana y como quedé fascinado cuando entramos al desaparecido centro comercial Cardona y en una mesa hacia cientos de libros de Scarlett. Estaban los grandes de tapa dura, edición de lujo, y luego estaban las culumnas de las ediciones de bolsillos. Todos tenian el fascitante cartel de la serie de televisión como portada. Convencí a mi madre para que me comprase la edición de bolsillo, porque la otra valia muy cara. Muchos años más tarde, ya cuando mi madre se fue... conseguí en una tienda de libros de segunda mano aquella edición de tapa dura que era la cara. Recuerdos.


  Mi primera visión de la serie, siendo un niño, evidentemente no fue la misma que las otras veces que la he visto siendo adulto. Porque no entendia muchas cosas y se me escapaban cosas de la trama o enlaces con "Lo que el viento se llevó"  que tampoco entendía. Pero a pesar de ello, era una serie me atrapada por ese aire de miticidad, de leyenda, de acontecimiento televisivo, de estar viendo algo histórico. 




   Fue Antena 3 la que tenia los derechos y  por tanto la que hizo un despliegue maravilloso de trailes, anuncios, spots... Algunos de ellos los han recuperado en youtube y son como una máquina del tiempo de aquella época entrañable. El estreno fue el 19 de noviembre de 1994, un jueves. Y cada jueves ponían un capítulo. En futuras reposiciones la pusieron en un solo fin de semana, todo un maratón. 


   Y una vez que ya la serie se emitió por televisión y pasado un tiempo, una tarde paseando con mi madre por Triana, entramos a una de las mejores tiendas que se llamaba Bazar Nueva York, que era toda una delicia; vendian películas, cd, juguetes, artículos de regalos... Y ese día vi una gran columna de packs de vhs de Scarlett. Quedé fascinado por aquella joya, eran 4 vhs envueltos en una caja con el hermoso cartel de la película. Por fin podía tener la serie Scarlett a mi disposición y verla cuando quisiera. Pero no, al menos no ese día. Valía muy cara. Por aquél entonces ese pack creo que costaba 5.995 pesetas. Demasiado dinero para unas películas al menos para mi madre en aquellos años. Viviamos solo de un sueldo y no nos lo podiamos permitir. Pero yo en mi ignorancia de niño me comporté como un caprichoso llorando y suplicándole que me lo comprara. Estuve por toda la calle Triana llorando y supliacándole. Mi podre madre...menuda paciencia. Pero eso día el dinero fue para el supermercado como es logico. Aquél supermercado que se encontraba en una de las boca calles de Triana, antes era un Cruz Mayor y hoy es un HiperDino.Y menuda perreta de llorera cogi mientras ella compraba.


  No fue hasta un tiempo después en que mi madre al fin pudo comprármelas y aún las tengo como oro en paño, como uno de mis mejores recuerdos de mi infancia cinéfila. Así como también el libro de bolsillo que me compró en Cardona. Yo creo que quizá es por eso el cariño con el que hablo de esta serie, continuación de "Lo que el viento se llevó", por ser una parte de mi infancia que pude ver con mi madre. Y hoy, cuando ella ya no esta, todo eso en mi memoria se engrandece porque forma parte de un tiempo feliz que nunca más volverá...
 

 
 









miércoles, 24 de junio de 2020

LA PAZ EMPIEZA NUNCA


   Estamos ante una de las mejores películas que han reflejado la contienda civil española en el cine. Su éxito y solidez vienen en que se basa en una gran novela del mismo título escrita por uno de los maestros del periodismo, Emilio Romero, y por la cual recibió el premio Planeta en 1957.


   Otro de los condicionantes del éxito de esta película radica en su espectacular reparto con  grandes de los mejores intérpretes de nuestro cine: Adolfo Marsichac, Jesús Puente, Carlos Casaravilla,  Concha Velasco… Todos dirigidos con la mano maestra de uno de los directores injustamente olvidados como es Leon Klimovsky.


 Curiosamente Marsichac y Puente volvieran a demostrar la química de talento que desprenden ambos en la obra maestra “Sesión Contiua”, la gran película sobre la cinefilia.
  Esta película es una adaptación fiel de la novela y básicamente es una visión del conflicto y sus consecuencias. Una reflexión sobre aquellos jóvenes idealistas que querín luchar por la paz, la justicia y el pan para todos, pero que acabada la guerra sienten la decepción en muchos aspectos porque ellos tenían una aspiración de integrar a todos.
  En este sentido, es una película, que adelantada a su tiempo, tenía un discurso de reconciliación de una guerra entre hermanos, cuando uno de ellos afirma: “en el fondo, ellos también buscan lo mismo que nosotros, la paz, la justicia…”




   Siguiendo una fluidez narrativa que atrapa al espectador, la película se divide en tres partes:
 La primera ambientada en 1936 donde se va reflejando los acontecimientos históricos de un clima de violencia y persecución con la quema de templos e iglesias, el asesinato a sacerdotes y personas de ideologías distintas a las imperantes.
La segunda parte pertenece propiamente a la guerra como consecuencia al anterior clima de violencia que ya se hacía insoportable y estalla la contienda fratricida. En esta parte se emplean imágenes documentales reales, lo que dota a la película de un realismo muy efectivo.
Y la tercera parte de la película, para mí la mejor, es la que acontece a finales de los años 40 y es propia al cine noir y de espionajes. Se desarrolla el tema de los maquis, un tema nunca tratado en el cine de la época o tratado muy al soslayo por películas como “Dos caminos” o “Torrepartida”. En esta parte de la película se ve esa insólita mezcla de géneros: toques de melodrama, carcelario, noir, espionaje… Todo un deleite muy bien ensartado. 



  La película constituye toda una reflexión sobre las consecuencias de una guerra en la que luego nunca empieza la paz porque sus consecuencias son interminables. El maestro del periodismo español Emilio Romero, autor de la novela, lo iría desarrollando en sus muchos libros, donde afirma la tesis de que aún hoy y a pesar de los 80 años de paz conseguidos, por culpa de muchos partidos revanchistas, la paz empieza nunca porque no la dejan fraguar, no la dejan cuajar. Cuando por fin se hizo una apuesta decidida por la amnistía mutua y por no volvernos a tirar en cara los delitos de los unos ni de los otros, para muchos partidos nuevos irresponsables que han dinamitado esa gran apuesta de amnistía, perdón y reconciliación y vuelto a fomentar el rencor, el odio, el revanchismo. Por ello, vista hoy esta película cobra una actualidad inusitada, porque podemos afirmar junto con el protagonista, que después de una guerra entre hermanos, la paz empieza nunca…



miércoles, 17 de junio de 2020

HOMENAJE A EMILIO ROMERO

  Ayer vi la película "La paz empieza nunca" y me gustaría recordar y hacer mi pequeño homenaje al autor de la novela  y supervisor del guión en el que se basa, el periodista Emilio Romero. Inustamente olvidado en una epoca donde, salvo una minoria de periodista, asistimo a una decandecia de la profesión totalmente vendida al postureo de lo politicamente correcto.
  Y Emilio Romero, ademas era hombre de una cultura excepcional y muy aficionado al cine, como lo demuestra con la novela "La paz empieza nunca", por la cual ganó el Premio Planeta , y con la que demostró una fluidez narrativa muy cinematografica.



Emilio Romero Gómez nació en Arévalo, Ávila, el 21 de julio de 1917. Está considerado como uno de los periodistas más importantes y significativos del Régimen del 18 de julio. Estudió Magisterio e inició la Carrera de Derecho, que no terminó porque decidió dedicarse al Periodismo.
 
   En 1940, a los 23 años, fue nombrado director del periódico La Mañana de Lérida, y dos años después ocupó el mismo cargo en el diario Información de Alicante. Allí fundó la revista literaria Tabarca, dirigió una emisora de radio local y fue corresponsal de La Estafeta Literaria. Se casó con María Josefa Montalvo y tuvieron tres hijos, entre ellos la periodista taurina Mariví Romero. 
 
 
 
   En 1945 fue designado Jefe de la Sección de Prensa Nacional en la Dirección General de Prensa y unos meses más tarde asumió la Jefatura de Orientación Política de la Prensa Española. En la primavera de 1946 ingresó en la Redacción del diario de Madrid Pueblo, órgano de los Sindicatos Verticales, como primer editorialista político hasta 1952, en que pasó a ocupar la dirección del periódico. Durante 22 años estuvo al frente de este diario madrileño de la tarde, convirtiéndolo en uno de los tres más importantes de la época en España. Se hicieron famosos en este vespertino madrileño sus artículos de tercera página con la ilustración de un gallo. Desde las páginas de este diario patrocinó no menos que a tres generaciones de periodistas, a los que siempre defendió a capa y espada contra cualquier tipo de crítica y, en contraprestación, les exigía que fuesen todoterrenos.
 
 
 Fue Director de la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid desde 1969 y en el desempeño de este cargo impulsó la creación de la Facultad de Ciencias de la Información. En 1976 fue nombrado Delegado Nacional de Prensa y Radio del Movimiento. En este periodo fundó la revista La Jaula, que tuvo una vida muy efímera.
 
 
   Fundó en 1977 otro periódico en Madrid, El Imparcial, cuya cabecera, al igual que la de El Sol, había registrado con anterioridad a su nombre. En septiembre del mismo año se hizo cargo del periódico madrileño Informaciones. Fue columnista de Ya; ABC; Informaciones; El Periódico de Catalunya: y del semanario Interviú; además de comentarista político en la radio. De septiembre de 1987 a mayo de 1991 participó en la tertulia diaria La Linterna, de la Cadena Cope, para pasar posteriormente al programa Las cosas como son de Radio Nacional de España-Radio 1. En su faceta de escritor tocó casi todos los géneros: la novela, el ensayo, el teatro, la conferencia, el artículo o el comentario.
 
 
 
 Publicó varias novelas: La paz empieza nunca, llevada al cine en 1960; Todos morían en Casa Manchada; Verde doncella; Las ratas suben a la ciudad; Las personas decentes me asustan; Lola, su novio y yo; y Tres chicas y un forastero.
 
   Como autor dramático escribió quince obras originales estrenadas en Madrid y adaptó obras de Bertolt Brecht (Galileo Galilei) y de Büchner (La muerte de Danton).
 
   Como ensayista escribió entre otras obras: Cartas a un príncipe; Cartas a un Rey; Cartas malditas; Así está España; Tragicomedia de España; y Retratos de época. Su última obra fue Un desnudo de la Historia (1992), resumen del último medio siglo de España.
 
 
 
 
 Recibió diversos premios literarios: el Premio Planeta, en 1957, por La paz empieza nunca; el Premio Nacional de Literatura “José Antonio Primo de Rivera”, en  1963, por Cartas a un Príncipe; el Premio “Ateneo de Sevilla”, en 1987, por su novela Tres chicas y un forastero; el Premio “Espejo de España” por su ensayo histórico Tragicomedia de España; y el Premio “Francisco Franco” de Periodismo, el 23 de diciembre de 1955.
 
  . Falleció en Madrid, el 12 de febrero de 2003, a los 85 años de edad.   
 
 
 
 

viernes, 5 de junio de 2020

FRANCO, ESE HOMBRE


   Estamos ante todo un documento cinematográfico que constituye casi un siglo de la historia de España a través de la vida de Francisco Franco, testigo de excepción de casi todos los acontecimientos más notorios de la historia. Una película de relevancia historiográfica.


   Se trata de una película documental realizada a partir de material audiovisual perteneciente a la primera mitad de siglo. La idea surgió como acto conmemorativo  de los “XXV años de paz” organizada por Manuel Fraga Iribarne, durante su etapa como Ministro de Información y Turismo. Se le encargó la dirección al gran director José Luis Sánez de Heredia, uno de los cineastas de más éxito del cine español. La película contó con una buena banda sonora instrumental compuesta por Antón García Abril.

   El estreno en salas en el año 1964 fue un éxito. Un estreno de alfombra roja, photocall y glamour en plena Gran Vía. El cartel del filme cubrió la fachada del Palacio de la Música con un eslogan propio de un biopic épico: “Sesenta años de la historia de España a través de la biografía del hombre que la ha vivido más intensamente”. “El todo Madrid de las grandes solemnidades se encuentra en este estreno organizado por la junta interministerial de los 25 años de Paz”, contaron los noticiarios que calificaron el filme de admirable.




   Una película que despertaba mucha curiosidad a todos los niveles. Y en el año 1971, RTVE adquirió los derechos y comenzó a proyectarla en onomásticas del general Franco o, como dato curioso, ocupó la parrilla de tarde del día de la muerte de Franco. Desde entonces, y aún teniendo los derechos, el ente público acosado por distintos complejos no ha vuelto a emitirla.



   En contra de lo que escriben muchos indocumentados que no se molestan en leer ni en informarse,  en “Franco, ese hombre” Sáenz de Heredia  contó con una gran libertad de producción  y de criterio. Y como curiosidad, en los créditos, como segunda unidad de cámara, figura un hombre llamado a convertirse en el más prolífico de nuestra industria cinematográfica: Mariano Ozores. Quién por fin se le ha otorgado el Goya honorifico por toda su carrera.
   La película se estreno en plenos  tiempos de la apertura turística, de la integración económica internacional, del desarrollismo y de un avance social en todos los niveles. Y esta película quedó enmarcada también en esa modernidad reformista y liberal. 


   Franco, ese hombre nos  introduce en la historia de España pero desde el factor humano, por así decir, desde la persona y perspectiva de Franco. La película presenta a Franco como ese hombre, forjado así mismo desde sus orígenes humildes, y como ese hombre que había salvado al país de las hordas criminales del comunismo, luego lo había salvado nuevamente de las hordas del nazismo y, posteriormente, se había convertido en el padre benévolo de su pueblo consiguiendo el reconocimiento de las naciones y la paz.


  
 El crítico Fernando Méndez-Leite, que dirigiría el ICAA en los años ochenta, escribió lo siguiente en su Historia del cine español publicada en 1965: “Sáenz de Heredia ha logrado un apasionado documental revelador de muchas cosas desconocidas para las jóvenes generaciones y muy emotivo para los que vivieron los acontecimientos evocados en la pantalla con singular maestría”.


  La película tiene mucho de retorica literaria. Sáenz de Heredia lo hace a golpe de palabra inflamada. El filme, se articula en torno a una serie de escenas narradas por la omnipresente voz en off, con una excelente articulación y vocalización y con una retórica casi poética en la narración. En efecto, más allá del trabajo con el montaje y las valiosas imágenes de archivo, Franco, ese hombre se construye sobre la palabra, sobre el lenguaje. El narrador, por tanto, bascula entre lo lírico y lo épico.


   Heredia realiza algunos montajes habilidosos donde combina eficazmente mensaje y emoción. Una película perfectamente integrada, tanto estructural, como temáticamente. La estructura de la película es la de un largo flashback que arranca con el desfile de la Victoria del mes de abril de 1964 para luego sumergirnos en todo el proceso histórico, planteado como un largo y difícil camino hacia la paz. El filme es, actualmente, un valioso documento que nos permite conocer el desarrollo de la historia de España.


La película fue rodada  el lujoso technicolor y el formato cinemascope con que fue rodado el filme evidencian cómo Sáenz de Heredia pretendía apartarse de la “amenaza” televisiva que en esos años emergía con fuerza.  En la época en la que la televisión empezaba a implantarse en muchos hogares españoles, el director quiso recuperar el encanto del cine. Tuvo un gran presupuesto, una gran documentación avalada por historiadores y testigos de excepción.  Como la intervención en el guión del prestigioso historiador José María Sánchez Silva o como por ejemplo el médico Enrique Blasco Salas, que certifica el mito heroico de la herida de bala que Franco recibió en la batalla de Biutz y cómo logro salvarse milagrosamente y la fama que se ganó por ello entre los musulmanes que decían que tenia “baraka” (protección divina).


  La película  en  un momento dado, interrumpe el flashback histórico para situarnos en el momento presente de la película y nos sitúa en el pabellón español de la Exposición Internacional de Nueva York. La presencia de España en la Feria sirve para avalar la idea de que el tiempo de la autarquía ya ha pasado a formar parte de la historia y que el sentimiento de hostilidad internacional hacia el franquismo ha acabado superándose como prueba la aceptación que España posee en la capital del mundo, que por cierto fue uno de los pabellones más visitados en ese año.


   Y algo muy loable de esta película y que dice mucho de su honestidad es cuando llega el momento de la guerra civil y el narrador para la correlación histórica y en una alarde de reconciliación afirma que fue una contienda entre hermanos y que por respeto a unos y  otros que han fallecido en ambos bandos no emitirán imágenes de la guerra. No tiene sentido en el futuro del momento presente abrir heridas entre hermanos. La Guerra Civil ha sido superada por una paz que encuentra, en la política del desarrollismo y de la creación de la clase media, su ejemplo más directo.


    Sorprende este tono conciliador y de apuesta por la reconciliación entre hermanos que ahora le quieren negar a la película. O será que quienes lo niegan es porque ni han visto la película sino que simplemente han escrito el odio plasmado en una crítica sin argumentos ni fundamento histórico ni cinematográfico.

   Muy original los títulos de crédito del inicio, formados por un total de 23 fotografías que nos muestran a Franco en familia, besando, filmando o asistiendo al bautizo de sus nietas.  A Franco divirtiéndose, jugando al dominó o al mus, pescando un salmón gigantesco o cazando un ciervo, leyendo La Vanguardia o paseando en un velero con su esposa Carmen. A Franco ejerciendo su trabajo, recibiendo una delegación, escribiendo en su despacho o entregando la Copa del Generalísimo de futbol  al Real Madrid. Imágenes amables en las  que lo muestran  en su intimidad familiar o practicando sus aficiones culturales y deportivas.  Sintetiza muy bien la idea de mostrar el lado humano del jefe del Estado en su contrapunto de la ya conocida imagen oficial. 



   Las películas, igual que los personajes, deben ser valoradas dentro de su contexto. El cine español sirve de testimonio de nuestra historia. Sean los films de derechas o izquierdas, de propaganda o de crítica al régimen, todos dicen algo de nosotros mismos. La ignorancia en este punto y el sectarismo es lo que ha llevado a muchos a llenar de críticas negativas esta película  por verla desde la inquina y el odio y no desde una posición cinematográfica ni histórica. 


   Franco, ese hombre es una película que ha entrado en el olvido, bien por complejos o bien por odios y censuras, y ha acabado siendo una obra poco estudiada, a pesar de que en su momento fue uno de los principales esfuerzos históricos  de mostrar un momento clave para comprender el proceso de aceptación que el franquismo llegó a tener entre las clases medias españolas.
  

  Pero el verdadero hallazgo llega al final, con un giro metacinematográfico: La imagen se va empequeñeciendo y rodeándose de un marco oscuro. Lo que se ve entonces no es ya la película, sino alguien viéndola en una pantalla: es el propio Franco viéndola.  Al acabar la proyección y encenderse la luz, aparece por allí el director del filme, José Luis Sáenz de Heredia, para hacerle unas preguntas a Franco sobre la película y otros asuntos de Estado. Fue toda una sorpresa inesperada para los espectadores y que corroboraba  la idea de mostrar al jefe del Estado desde una perspectiva costumbrista y humana.