Si me diesen a elegir entre la mejor película que se ha hecho sobre Jazz, me quedaría con Paris Blues (Un día volveré). Una película dirigida por Martin Ritt en 1961, y fue una de las víctimas de la caza de brujas. Por lo que se dedicó a rodar en Europa y esta es una buena muestra de ellos. Uno de los mejores homenajes hechos a París en el cine.
Se basa en una novela muy dificil de conseguir de Harold Flender. La película retrata a la perfección que acontece en el mundo interior de un músico de jazz, encarnado en la portentosa interpretación de Paul Newman. Acompañado por Sindey Pottier, también soberbio en su papel, y ambos con una gran conexión interpretativa como músicos y amigos.
Es una película sobre la soledad, la nostalgia... todo un mundo interior molesto cuyo único refugio es el jazz. Hay mucho paralelismo con la película Sesión continua, en una unos cineastas y aquí un músico de jazz, que descuidan su vida privada, sus relaciones, porque su verdadera pasión es el jazz. El Jazz es el que vence por encima de la guapisima Joanne Woodward que se va fustrada porque no pudo cambiar a un hombre que ya estaba cogido por una gran pasión.
La película es un homenaje a los clubs nocturnos parisinos de los años 50 y 60 donde se fumaba y se bebía a raudales. Un homenaje a la nocturnidad, no se por qué pero el jazz siempre ha sido asociado a la noche, asi lo corroboró incluso Eastwood en su reflexión sobre Charlie Parker en Bird. Una película oscura donde las haya.
El jazz nació como expresión de la libertad, de la espontaniedad y fruto del desencanto de la esclavitud negra, a ellos les debemos lo que actualmente conocemos con Jazz. El Jazz no se escucha en ocasiones, el jazz se vive y se escucha siempre, a cada momento. Es la banda sonora de nuestras vidas, la expresión de la interioridad desencantada.
El gran Woody Allen también hizo un homenaje al Jazz, aunque siempre lo hace en todas sus películas utilizandolo en su banda sonora, con la película Acordes y desacuerdos. Y también lo hace con su orquesta de Nueva Orleans, donde toca semana el clarinete de una manera asombrosa. Para él, el Jazz es la alegria que nace por el simple hecho de existir, una alegría sincera que no logra apagar el sinsentido de la vida ni la nada que nos espera. Allen fue el que nos enseño que aunque no hay ningún sentido, siempre hay que vivir alegres, su jazz es el mas alegre que jamás he escuchado, revivie el jaz primitivo que se empezó a fraguar en Nueva Orleans.
A pesar de ser esta una película rodada con poco presupuesto, logró cautivar al espectador con las buenas interpretaciones y con lo mejor; la banda sonora. Compuesta por el genial Duke Ellington, que ya había compuesto para el cine una gran partitura de jazz para Anatomía de un asesinato. Y por su puesto el cameo de Louis Armstrong... eso no tiene precio. Toda esa escena que es un diálogo de trompetistas es impresionante, lo mejor hecho en cine jamás sobre la esencia de jazz, la sustancia misma del jazz.
Hay que destacar la belleza de Joanne,sobre todo en esa escena donde va al club por primera vez, y mientras Ram toca magistralmente, la cámara se acerca a su hermoso rostro y se expresa lo que es un enamoramiento que se esta produciendo en ese momento, es el rostro de una enamorada. En contraposición con el final, que es el bello rostro de una mujer que debe aceptar que el jazz le ganó la batalla.
¿Que va a ser ahora de la vida de Ram? En lugar de irse a America con Connie, en lugar de optar por la seguridad, se queda en París, en ese club. Posiblemente le esperaran por mucho tiempo, muchas horas de soledad, de fustración, y de mucho alcohol, pero no importa, tiene el Jazz, ahi tiene su vida de repuesto.
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