Con esta película, "La semilla del tamarindo", vuelven a repetir la pareja Blake Edwards y la
gran actriz Julie Andrews en un intento de cambiar de género y pasar a una
película cuyo género estaba de moda en la década de los 70.
Ciertamente “La semilla
del tamarindo” es una de las películas menos conocidas del director, pero a la
vez una de las más apreciadas ya que es muy representativa del periodo en que
fue hecha. Es una película realizada en Gran Bretaña tras los choques del
director con los estudios americanos Paramount y M.G.M, y que señala el periodo
europeo del autor. Es por ello que se trata de una película más controlada,
de menos presupuesto que sus anteriores
grandes producciones. También es un ejemplo de la intención del director de
alejarse conscientemente de la industria americana.
“La semilla del
tamarindo” esta basada en la novela homónima de Evelyn Anthony. Es una historia
de amor situada en ese mundo del espionaje, tan propio de la Guerra Fría. Nos
cuenta la historia de una mujer funcionaria americana (Julie Andrews) y un
hombre, funcionario del estado Ruso (Omar Sharif). Ambos relacionados con la
inteligencia de sus respectivas naciones, han de perseverar y luchar para sacar
adelante su relación amorasa, que es potencialmente peligrosa para ellos cuando
de Omar traiciona a Rusia y se convierte en espía.
Lo mejor de “La semilla
del tamarindo” es que, sin olvidar en ningún momento su condición de thriller
internacional, es una drama romántico e intimista. La película logra a la
perfección dosificar amor y espionaje en sus respectivas dosis en una final
narrativa en la que la tensión irá creciendo cada vez más hasta su sorprendente
final. Esto es lo que hace de esta
película algo especial y original en lo que se refiere a un film de espías, sin
tener nada que ver con la serie Bond, sino más bien un acercamiento maduro a
los problemas de las relaciones de amor, de estados y de traidores en ambos
lados.
Destacar la facilidad
interpretativa de Julie Andrews para asumir el reto de una película alejada de
su especialidad en el género musical, como también había demostrado
anteriormente en “cortina rasgada” de Alfred Hitchcock. Y tambien destacar la hermosa partitura que compuso John Barry para esta esplendida pelicula.
Tanto la belleza de
Julie, como la hermosura de las localizaciones, las playas y paisajes, hacen de
esta película un entretenimiento perfecto en su combinación de suspense, drama,
amor, acción, espionaje… que engancha al espectador hasta un final sorpresa que
ni el de las novelas de Agatha Christie.
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