La semana pasada hablamos en Sesión Continua sobre una de esas pequeñas joyas del cine español que la invasión del cine comercial prácticamente eclipso. Se trata de la película Blockbuster, dirigida por Tirso Calero.
Es una de esas películas cuyo genero es el cine dentro del cine. Es todo un homenaje al cine, a los actores, a los artistas, a los cinéfilos, a los que sienten pasión por el cine, a los que viven en estado de película.
Un veterano actor interpretado magistralmente por Manolo Zarzo, al que ya no le ofrecen grandes papeles sino autenticas tomaduras de pelo como guión y asistir a programas basura. Y un joven que quiere ser director de cine, interpretado apasionadamente por Adam Jezierski y comienza con un cortometraje.
El personaje de Manolo Zarzo acepta protagonizar ese estrambótico cortometraje porque ve en el pasión por el cine y no estadísticas de audiencia. En medio de ese rodaje va a recibir una mala noticia, una enfermedad a la que no va a poder ganarle la batalla. Ese cortometraje va a ser mas importante de lo que esperaba.
Blockbuster es una reflexión sobre la vida, sobre la soledad, sobre la pasión por el cine. Son una delicia para los cinéfilos la cantidad de guiños cinéfilos como las camisetas del co-productor con sus I (corazón) Ford, Spielberg... O los carteles que aparecen en el videoclub de fondo, o las caratulas de muchos DVD en las estanterías. Es una película que destila cinefilia por los cuatro costados. En algunos aspectos me ha recordado mucho a Sesión Continua. También me ha recordado mucho a "Ed Wood" de Tim Burton. Tiene muchas cosas en común.
Y luego esta la colaboración de Fernando Esteso, por primera ve con una interpretación dramática en su carrera. Prácticamente haciendo de él mismo. Reflejando las consecuencias de una sociedad superficial, de la que las productoras no son ajenas, y que solo quieren actores jóvenes y guapos y desdeña a los veteranos, a los buenos, a los que vienen del teatro. La tristeza de querer trabajar y actuar y que ya no te ofrezcan nada.
La película fue rodada en blanco y negro. Pero todo lo que se ve a través de la cámara es en color; l cortometraje, algunas tomas... La vida es gris, pero el cine es color. La vida se me mejor a través de una cámara. Este juego entre el blanco y negro y el color es una clara metáfora de que el cine da vida. En el cine todo es magia, todo sucede, todo pasa. En la vida, a veces todo es mas complicado.
En definitiva; una pequeña joya de nuestro cine español, delicia para cinéfilos. Homenaje al cine.
¿Sabes lo que es un flashback?

domingo, 8 de marzo de 2015
martes, 17 de febrero de 2015
ON THE ROAD
" Decidimos pasar la noche en uno de los cines de sesión continua del barrio chino. La gente que había en aquel cine nocturno eran de lo peor. Negros destrozados que habían venido desde Alabama a trabajar en la fabricas de automóviles y no tenían contrato; viejos vagabundos blancos; jóvenes hipsters de pelo largo que habían llegado al final de camino y le daban al vino sin parar; putas, parejas normales y corrientes y amas de casa que no tenían nada que hacer, ningún sitio al que ir, ni nadie en quien confiar.
Eran dos películas. Vimos cada una de ellas seis veces a lo largo de la noche. Las vimos despiertos, las oímos dormidos, las seguimos soñando y cuando llegó la mañana estábamos completamente saturados del extraño mito gris del oeste y el siniestro y sombrío mito del Este"
(Jack Kerouac, On the road)
martes, 16 de diciembre de 2014
EXUDUS; DIOSES Y REYES
Jamás entenderé esta estúpida manía de volver a rodar las mismas historias que ya fueron rodadas, y muy bien rodadas. O si no que le pregunten a Gus Vant Sant y su absurda copia de "Psicosis"
Ahora le ha tocado a "Los Diez Mandamientos" de Cecil. B. DeMille. Después de los últimos fiascos de un director de gran prestigio como Ridley Scott, que tiene en su haber una obra maestra como "Blane Raner" y otras buenas películas como "Thelma y Louise", "1492, la conquista del paraíso" o "Gladiator", es incomprensible que se meta en un proyecto ya hecho y muy bien hecho.
La adaptación de las páginas del Exodo de Scott son lo mismo que "Los Diez Mandamientos" pero sin lo mismo. Es una película a la que le han quitado todo el contenido teológico, y solo ofrece la cascara, lo de fuera, el cartucho, la caratula... pero, ¿y el contenido, oiga? Es película comete la estupidez de basarse en un texto bíblico y sin embargo, quitar lo religioso. Si es un texto bíblico, es un texto bíblico. Esto es una adaptación de un texto bíblico pero sin lo religioso, por lo tanto, se queda en nada.
Aquí todo esta contado como una casualidad, el paso del Mar Rojo esta contado como una bajada de marea, cuando llega a la montaña y se encuentra con "dios" se pone a escribir algo en piedra que en ningún momento Ridley Scott explica que es eso que esta escribiendo. Pienso en esa gente que ha decidido ver esta película y que no tienen cultura religiosa ni han visto "Los Diez Mandamientos" y se quedarán muy perdidos. Es una película que no explica nada.
Y luego en la parte de aventura, ni a la suela del zapato de la maestría de DeMille. El duelo entre los dos hermanos esta fatalmente planteado, muy a prisa, sin evolución progresiva, los personajes femeninos como la madre de Moises, su madre adoptiva, su esposa; inexistentes. Y bueno si, están bien los efectos especiales, pero cuando una película no tiene contenido y el poco que tiene esta mal contado, los efectos especiales que pueda tener pasan a un tercer plano. No solo de efectos especiales vive el cine.
En definitiva, un gran director como Ridley Scott ha vuelto a equivocarse eligiendo proyecto y adaptándolo. Para ver esto, mejor volver a ver la obra maestra "Los Diez Mandamientos", una película de tres horas que pasan como una hora gracias a su ritmo bien llevado que no decae nunca, a las grandes interpretaciones, a un guión lleno de matices y a una banda sonora espectacular.
Ahora le ha tocado a "Los Diez Mandamientos" de Cecil. B. DeMille. Después de los últimos fiascos de un director de gran prestigio como Ridley Scott, que tiene en su haber una obra maestra como "Blane Raner" y otras buenas películas como "Thelma y Louise", "1492, la conquista del paraíso" o "Gladiator", es incomprensible que se meta en un proyecto ya hecho y muy bien hecho.
La adaptación de las páginas del Exodo de Scott son lo mismo que "Los Diez Mandamientos" pero sin lo mismo. Es una película a la que le han quitado todo el contenido teológico, y solo ofrece la cascara, lo de fuera, el cartucho, la caratula... pero, ¿y el contenido, oiga? Es película comete la estupidez de basarse en un texto bíblico y sin embargo, quitar lo religioso. Si es un texto bíblico, es un texto bíblico. Esto es una adaptación de un texto bíblico pero sin lo religioso, por lo tanto, se queda en nada.
Aquí todo esta contado como una casualidad, el paso del Mar Rojo esta contado como una bajada de marea, cuando llega a la montaña y se encuentra con "dios" se pone a escribir algo en piedra que en ningún momento Ridley Scott explica que es eso que esta escribiendo. Pienso en esa gente que ha decidido ver esta película y que no tienen cultura religiosa ni han visto "Los Diez Mandamientos" y se quedarán muy perdidos. Es una película que no explica nada.
Y luego en la parte de aventura, ni a la suela del zapato de la maestría de DeMille. El duelo entre los dos hermanos esta fatalmente planteado, muy a prisa, sin evolución progresiva, los personajes femeninos como la madre de Moises, su madre adoptiva, su esposa; inexistentes. Y bueno si, están bien los efectos especiales, pero cuando una película no tiene contenido y el poco que tiene esta mal contado, los efectos especiales que pueda tener pasan a un tercer plano. No solo de efectos especiales vive el cine.
En definitiva, un gran director como Ridley Scott ha vuelto a equivocarse eligiendo proyecto y adaptándolo. Para ver esto, mejor volver a ver la obra maestra "Los Diez Mandamientos", una película de tres horas que pasan como una hora gracias a su ritmo bien llevado que no decae nunca, a las grandes interpretaciones, a un guión lleno de matices y a una banda sonora espectacular.
domingo, 7 de diciembre de 2014
MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA
Después de asistir al estreno de "Magia a la luz de la luna", salí con la sensación de haber visto otra de las buenas películas del genio Woody Allen. Evidentemente no es una obra maestra ni se acerca a esa trilogía de oro que conforman Manhattan, Annie Hall o Delitos y faltas. Pero sin lugar a duda tampoco es de sus películas más flojas.
Magia a la luz de la luna es una reflexión de los grandes temas que siempre han preocupado a Allen y que siempre, de alguna manera u otra, ha metido en sus películas. Estamos ante una reflexión sobre la fe, la magia, la razón, la superstición... La angustia del que quiere creer y no puede. La angustia de aquel que reconoce que la magia es falsa, que solo es un truco ilusorio, pero sin embargo hace la existencia mas llevadera, mas amable para el que cree en ella.
Esta filosofía esta presente en su obra maestra Manhattan, donde su personaje, una vez reconoce que la vida no tiene un sentido trascendental, se pregunta ¿por qué vale la pena vivir? Pues por la sinfonía Júpiter, por los hermanos Marx... La cultura nos salva, es uno de los grandes mensajes que aparece en buena parte de su filmografía.
Magia a la luz de la luna tiene muchas conexiones con su interesantísima película "Sombras y nieblas", una película en la que reflexiona sobre la necesidad de la ilusión en la creencia. Todos la necesitan, decía al final de la película.
Destacar la perfecta ambientación de los años 20 y sobre todo la interpretación de Colin Firth como el incrédulo que pretende desenmascarar a una supuesta vidente interpretada por la guapa Eileen Atkins. Pero entre la fe y la increencia se cuela el sentimiento del amor. Nos dicen Allen que muchas veces es el sentimiento lo que nos influye a dar el paso a la fe, a la ilusión.
Lo que planeta esta película son las grandes preguntas del filosofo que camina en la intemperie y que a menudo es tentado por la ilusión de la magia y la fe.
Magia a la luz de la luna es una reflexión de los grandes temas que siempre han preocupado a Allen y que siempre, de alguna manera u otra, ha metido en sus películas. Estamos ante una reflexión sobre la fe, la magia, la razón, la superstición... La angustia del que quiere creer y no puede. La angustia de aquel que reconoce que la magia es falsa, que solo es un truco ilusorio, pero sin embargo hace la existencia mas llevadera, mas amable para el que cree en ella.
Esta filosofía esta presente en su obra maestra Manhattan, donde su personaje, una vez reconoce que la vida no tiene un sentido trascendental, se pregunta ¿por qué vale la pena vivir? Pues por la sinfonía Júpiter, por los hermanos Marx... La cultura nos salva, es uno de los grandes mensajes que aparece en buena parte de su filmografía.
Magia a la luz de la luna tiene muchas conexiones con su interesantísima película "Sombras y nieblas", una película en la que reflexiona sobre la necesidad de la ilusión en la creencia. Todos la necesitan, decía al final de la película.
Destacar la perfecta ambientación de los años 20 y sobre todo la interpretación de Colin Firth como el incrédulo que pretende desenmascarar a una supuesta vidente interpretada por la guapa Eileen Atkins. Pero entre la fe y la increencia se cuela el sentimiento del amor. Nos dicen Allen que muchas veces es el sentimiento lo que nos influye a dar el paso a la fe, a la ilusión.
Lo que planeta esta película son las grandes preguntas del filosofo que camina en la intemperie y que a menudo es tentado por la ilusión de la magia y la fe.
lunes, 1 de diciembre de 2014
MIKE NICHOLS
Fue Elizabeth Taylor quien se fijo en él
para que la dirigiese en "¿Quien teme a Virginia Wolf?". Mike hasta
ese entonces había sido un director de escena de cierto prestigio en Broadway,
y ahora se enfrentaba a un doble reto: por un lado adaptar la compleja obra de
Edward Albee, que como muchas veces he comentado, es mucho mas que un
matrimonio discutiendo. Es una reflexión profunda que tambalea los algunos
cimientos de la existencia. Y por otro lado, el reto de dirigir a la pareja
Taylor-Burton.
Y Elizabeth no se equivoco. Mike Nichols hizo una obra maestra. Taylor hizo una de las mejores interpretaciones de su vida que le valió su segundo Oscar, a costa de hacer un papel en el que tenia que ocultar su gran belleza y ponerse 20 años encima con un maquillaje espectacular. Nichols supo dar en el clavo de lo que quería contar Albee en su obra. Una película sobrecogedora que me recuerda mucho a "De repente el último verano" con la que tiene en común su demoledor mensaje.
Mike Nichols volvió a rodar otra obra maestra, "El graduado", en la que supo sacar lo mejor de Dustin Hoffman. Pero su para mi, después de "¿Quien teme a Virginia Wolf?", su otra gran película es "Wit", Amar la vida, se llamó aquí. Fue una película que paso desapercibida porque se vendió para la televisión y su distribución fue pésima. "Wit" esta protagonizada por Emma Thompson en la que ofrece una de sus mejores interpretaciones, no se si la mejor, porque seria mucho decir, pero casi casi. Una película sobre la soledad y la enfermedad como nunca jamás se han filmado.
Se nos ha ido uno de los mejores directores de la historia del cine, uno de los mas discretos y humildes. Ganó un Oscar por su brillante dirección en "El graduado". En el año 1991 dirigió una película muy emotiva; "A propósito de Henry".
Todos los actores que han trabajado con él coinciden en que era un amigo. Respetaba al actor. Sabia dirigir, sabía sacar lo mejor de ellos. Se ha ido uno de los mejores.
domingo, 5 de octubre de 2014
GENTE CORRIENTE
Gente corriente es una de las películas de mi vida. Fue el debut de Robert Redford en la dirección. Un debut de una gran expectación ya que todos pensaban que nada tenia que aportar un actor y que esto solo era un capricho más. Pero esta película calló la boca a muchos críticos y sorprendió a otros tantos.
El debut de Robert Redford fue magistral. Gente corriente es hoy por hoy una de las mejores películas de la historia del cine, además de ser la que marcaría el estilo cinematográfico de la filmografía posterior de Redford.
La película se apoya en una interesante novela de Judith Guest la cual Redford trata con un gran respeto y un gran trabajo de guión. Es una película que reflexiona sobra la incomprensión, la familia, la psiquiatría, la incomunicación y la vida. Desde el momento de su estreno tuvo un gran éxito de publico y taquilla estando en cartelera durante mucho tiempo, algo muy difícil de ver hoy día.
Redford hace una película con una humildad, discreción y huyendo del melodramatismo que el tema podía dar, y sin embargo esta película es también un retrato critico y duro sobre una parte acomodada de la sociedad americana.
Las difíciles relaciones de una madre a la que todo le recuerda a su hijo muerto con su otro hijo que ha intentado suicidarse por su enorme complejo de culpabilidad. Un padre incapaz de mediar entre esta tensión de madre-hijo que parece una bomba a punto de explotar, como queda muy bien reflejado en muchas escenas. Hay que destacar la gran interpretación de Mary Tyler Moore retratando a una madre con un sentimiento muy confuso hacia su hijo, por momentos parece que lo odia, otros que lo quiere...pero por una razón le cuesta mirarlo sin ningún tipo de miedo. Interpreta a un madre con sus correcciones, sus normas, su perfeccionismo, represiva, con sus pretensiones aristocráticas y muy insegura en el fondo. Una madre que no quiere que se saque ningún tema que pueda perturbar su control sobre la casa y la familia.
Y por supuesto destacar a Timothy Hutton en uno de los mejores papeles de du vida, y que le valió un merecidísimo Oscar de la academia. Aun no siendo oficialmente el protagonista de la película, lleva totalmente el peso. Escenas como la confesión de su intento de suicidio a una amiga, o los encontronazos larvados con su madre son memorables. Robert Redford hizo un gran trabajo en lo que a dirección de actores se refiere. Él contaba que como actor muchas veces se había sentido mal dirigido, y por ello sabía lo que hacia, y logró sacar el 100% y lo mejor de cada uno de los actores que componen el reparto.
Destaca el ritmo especial que tiene esta película sin precipitación pero con intensidad y sobriedad. Redford nos da la pista en un tiempo donde se confunde el ritmo con la prisa y donde muchos piensan que para que una película tenga ritmo tiene que desarrollarse con mucha prisa. Es portentoso esa tensión contenida que transmite la película, de temas no resueltos, de cosas que quedaron por hablar... hasta que finalmente la bomba explota.
Mención a parte merece el psiquiatra, interpretado por Judd Hirsch, cuya gran interpretación le valió una nominación, haciendo de un psiquiatra tan poco habitual. O lo bien que esta retratado también la natación y su exigente entrenador, tema que me resulta familiar.
Esta muy bien retratado el paso del tiempo, el otoño deslumbrante del arranca, Halloween, la Navidad, el frio del invierno... Y todo ello con una sabia utilización del Canon de Pachelbel haciendo aun mas sublime si cabe esta reflexión sobre la vida.
La película esta llena de prodigios de guión; la utilización de los flashbacks en momentos claves, el momento en el que el padre le dice a su esposa que como en el entierro de su hijo le dijera que camisa debía ponerse, o el incidente en la cafetería cuando en pleno momento de confesión de Conrad llega un alborotado grupo de jóvenes, o esa precisión de guión y poder de síntesis para retratar un matrimonio en agonía, cuando el mira a su mujer en el avión y vemos el flashback que el recuerda en ese momento de cuando eran jóvenes en el baile del instituto...
En definitiva, Gente corriente es una obra maestra, que retrata un pedazo de vida, el problema de un joven en su entorno familiar, de una madre que no puede superar la muerte de un hijo, y de un padre incapaz de intermediar entre ambos...
El debut de Robert Redford fue magistral. Gente corriente es hoy por hoy una de las mejores películas de la historia del cine, además de ser la que marcaría el estilo cinematográfico de la filmografía posterior de Redford.
La película se apoya en una interesante novela de Judith Guest la cual Redford trata con un gran respeto y un gran trabajo de guión. Es una película que reflexiona sobra la incomprensión, la familia, la psiquiatría, la incomunicación y la vida. Desde el momento de su estreno tuvo un gran éxito de publico y taquilla estando en cartelera durante mucho tiempo, algo muy difícil de ver hoy día.
Redford hace una película con una humildad, discreción y huyendo del melodramatismo que el tema podía dar, y sin embargo esta película es también un retrato critico y duro sobre una parte acomodada de la sociedad americana.
Las difíciles relaciones de una madre a la que todo le recuerda a su hijo muerto con su otro hijo que ha intentado suicidarse por su enorme complejo de culpabilidad. Un padre incapaz de mediar entre esta tensión de madre-hijo que parece una bomba a punto de explotar, como queda muy bien reflejado en muchas escenas. Hay que destacar la gran interpretación de Mary Tyler Moore retratando a una madre con un sentimiento muy confuso hacia su hijo, por momentos parece que lo odia, otros que lo quiere...pero por una razón le cuesta mirarlo sin ningún tipo de miedo. Interpreta a un madre con sus correcciones, sus normas, su perfeccionismo, represiva, con sus pretensiones aristocráticas y muy insegura en el fondo. Una madre que no quiere que se saque ningún tema que pueda perturbar su control sobre la casa y la familia.
Y por supuesto destacar a Timothy Hutton en uno de los mejores papeles de du vida, y que le valió un merecidísimo Oscar de la academia. Aun no siendo oficialmente el protagonista de la película, lleva totalmente el peso. Escenas como la confesión de su intento de suicidio a una amiga, o los encontronazos larvados con su madre son memorables. Robert Redford hizo un gran trabajo en lo que a dirección de actores se refiere. Él contaba que como actor muchas veces se había sentido mal dirigido, y por ello sabía lo que hacia, y logró sacar el 100% y lo mejor de cada uno de los actores que componen el reparto.
Destaca el ritmo especial que tiene esta película sin precipitación pero con intensidad y sobriedad. Redford nos da la pista en un tiempo donde se confunde el ritmo con la prisa y donde muchos piensan que para que una película tenga ritmo tiene que desarrollarse con mucha prisa. Es portentoso esa tensión contenida que transmite la película, de temas no resueltos, de cosas que quedaron por hablar... hasta que finalmente la bomba explota.
Mención a parte merece el psiquiatra, interpretado por Judd Hirsch, cuya gran interpretación le valió una nominación, haciendo de un psiquiatra tan poco habitual. O lo bien que esta retratado también la natación y su exigente entrenador, tema que me resulta familiar.
Esta muy bien retratado el paso del tiempo, el otoño deslumbrante del arranca, Halloween, la Navidad, el frio del invierno... Y todo ello con una sabia utilización del Canon de Pachelbel haciendo aun mas sublime si cabe esta reflexión sobre la vida.
La película esta llena de prodigios de guión; la utilización de los flashbacks en momentos claves, el momento en el que el padre le dice a su esposa que como en el entierro de su hijo le dijera que camisa debía ponerse, o el incidente en la cafetería cuando en pleno momento de confesión de Conrad llega un alborotado grupo de jóvenes, o esa precisión de guión y poder de síntesis para retratar un matrimonio en agonía, cuando el mira a su mujer en el avión y vemos el flashback que el recuerda en ese momento de cuando eran jóvenes en el baile del instituto...
En definitiva, Gente corriente es una obra maestra, que retrata un pedazo de vida, el problema de un joven en su entorno familiar, de una madre que no puede superar la muerte de un hijo, y de un padre incapaz de intermediar entre ambos...
lunes, 8 de septiembre de 2014
AMIGOS DE MÁS
Aunque evidentemente no sea la comedia del año, si que es una buena comedia, de las mejores estrenadas recientemente. Una comedia de humor inteligente y no esas comedias de humor burdo y retrasado como los "infiltrados" y demás...
Con "Amigos de más" estamos ante un reflexión sobre las relaciones humanas, esta vez desde el lado del chico. Es él el que tiene los problemas románticos. Algo original en una industria romántica donde es siempre la perspectiva femenina la que predomina en las películas de este genero. Pero esta película rompe ese viejo cliché manifestando que a veces los hombres pueden ser mas románticos en su existencia que las mujeres. Entendiendo el sentido genuino y original de la palabra "romántico", no a decir y hacer cursiladas.
Es una película que huye de todo maniqueísmo en el trio protagonista ya que la otro chico, novio de la protagonista, no lo ponen como el típico cerdo por el que no hay que lastimar si lo deja para irse con el protagonista. Sino que para aumentar la tensión emocional, esta tratado de una forma muy respetuosa, serio, responsable, trabajador y amante de su novia.
Wallace, el protagonista que muy bien encarna Dan Radcliffe, es un chico que se había rendido a la idea del amor. Muchas de las relaciones que le rodean y le redoraron han sido problemáticas. Quizá su lado mas romántico es el autoaislamiento. Algo que va a interrumpir cuando conoce a la chica en cuestión, con la que solo puede ser amigo porque ella tiene novio.
La película reflexiona sobre las amistades que pueden inclinarse al amor. Aunque en el caso del protagonista, era amor desde el primer momento. Es en ella donde vamos viendo esa conversión al enamoramiento. La película plantea preguntas interesantes como, ¿pueden un hombre y una mujer de la misma edad ser amigos y solo amigos sin buscar nada mas de fondo?
Es un guión gracioso e inteligente que tras una apariencia de comedia nos narra a la vez el drama de engañarse a sí mismo, quizá la cosa mas fácil de este mundo es engañarse a sí mismo. Pero un engaño no va a resistir mucho. El siente algo mas que amistad y...
Hay que destacar las interpretaciones del trio protagonista, cargadas de naturalidad, hasta tal punto que el propio Daniel pudo improvisar su propio sentido del humor. Naturalidad para una comedia que, en definitiva refleja la complejidad de las relaciones humanas. Si me preguntan por el final, yo lo hubiese cambiado por uno auténticamente original y auténticamente romántico. Pero juzguen por ustedes mismo.
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