Gente corriente es una de las películas de mi vida. Fue el debut de Robert Redford en la dirección. Un debut de una gran expectación ya que todos pensaban que nada tenia que aportar un actor y que esto solo era un capricho más. Pero esta película calló la boca a muchos críticos y sorprendió a otros tantos.
El debut de Robert Redford fue magistral. Gente corriente es hoy por hoy una de las mejores películas de la historia del cine, además de ser la que marcaría el estilo cinematográfico de la filmografía posterior de Redford.
La película se apoya en una interesante novela de Judith Guest la cual Redford trata con un gran respeto y un gran trabajo de guión. Es una película que reflexiona sobra la incomprensión, la familia, la psiquiatría, la incomunicación y la vida. Desde el momento de su estreno tuvo un gran éxito de publico y taquilla estando en cartelera durante mucho tiempo, algo muy difícil de ver hoy día.
Redford hace una película con una humildad, discreción y huyendo del melodramatismo que el tema podía dar, y sin embargo esta película es también un retrato critico y duro sobre una parte acomodada de la sociedad americana.
Las difíciles relaciones de una madre a la que todo le recuerda a su hijo muerto con su otro hijo que ha intentado suicidarse por su enorme complejo de culpabilidad. Un padre incapaz de mediar entre esta tensión de madre-hijo que parece una bomba a punto de explotar, como queda muy bien reflejado en muchas escenas. Hay que destacar la gran interpretación de Mary Tyler Moore retratando a una madre con un sentimiento muy confuso hacia su hijo, por momentos parece que lo odia, otros que lo quiere...pero por una razón le cuesta mirarlo sin ningún tipo de miedo. Interpreta a un madre con sus correcciones, sus normas, su perfeccionismo, represiva, con sus pretensiones aristocráticas y muy insegura en el fondo. Una madre que no quiere que se saque ningún tema que pueda perturbar su control sobre la casa y la familia.
Y por supuesto destacar a Timothy Hutton en uno de los mejores papeles de du vida, y que le valió un merecidísimo Oscar de la academia. Aun no siendo oficialmente el protagonista de la película, lleva totalmente el peso. Escenas como la confesión de su intento de suicidio a una amiga, o los encontronazos larvados con su madre son memorables. Robert Redford hizo un gran trabajo en lo que a dirección de actores se refiere. Él contaba que como actor muchas veces se había sentido mal dirigido, y por ello sabía lo que hacia, y logró sacar el 100% y lo mejor de cada uno de los actores que componen el reparto.
Destaca el ritmo especial que tiene esta película sin precipitación pero con intensidad y sobriedad. Redford nos da la pista en un tiempo donde se confunde el ritmo con la prisa y donde muchos piensan que para que una película tenga ritmo tiene que desarrollarse con mucha prisa. Es portentoso esa tensión contenida que transmite la película, de temas no resueltos, de cosas que quedaron por hablar... hasta que finalmente la bomba explota.
Mención a parte merece el psiquiatra, interpretado por Judd Hirsch, cuya gran interpretación le valió una nominación, haciendo de un psiquiatra tan poco habitual. O lo bien que esta retratado también la natación y su exigente entrenador, tema que me resulta familiar.
Esta muy bien retratado el paso del tiempo, el otoño deslumbrante del arranca, Halloween, la Navidad, el frio del invierno... Y todo ello con una sabia utilización del Canon de Pachelbel haciendo aun mas sublime si cabe esta reflexión sobre la vida.
La película esta llena de prodigios de guión; la utilización de los flashbacks en momentos claves, el momento en el que el padre le dice a su esposa que como en el entierro de su hijo le dijera que camisa debía ponerse, o el incidente en la cafetería cuando en pleno momento de confesión de Conrad llega un alborotado grupo de jóvenes, o esa precisión de guión y poder de síntesis para retratar un matrimonio en agonía, cuando el mira a su mujer en el avión y vemos el flashback que el recuerda en ese momento de cuando eran jóvenes en el baile del instituto...
En definitiva, Gente corriente es una obra maestra, que retrata un pedazo de vida, el problema de un joven en su entorno familiar, de una madre que no puede superar la muerte de un hijo, y de un padre incapaz de intermediar entre ambos...
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