¿Sabes lo que es un flashback?

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miércoles, 5 de junio de 2013

LEÓN MORIN

   Hay que rescatar de nuestra memoria cinéfila, la gran película León Morin, sacerdote, un película francesa dirigida por Jean-Pierre Melville en 1961 y basada en una, por desgracia, descatalogada novela de Béatrix Beck.
   Fue una película muy atrevida para la época, tanto que en la España clerical de la época no se estrenó, porque planteaba todo un diálogo entre fe y ateísmo. Es la historia Barny, una joven viuda que trabaja en Correos. Sufre junto a  su hija  los rigores de la segunda guerra mundial; la ocupación alemana,  el racionamiento, el mercado negro y las redadas. Tiene miedo de que deporten a su hija, ya que su difunto marido era judío. Pero también Barny lleva tiempo experimentando una extraño enamoramiento hacia su jefa, una muy atractiva mujer. El atrevimiento de plantear el lesbianismo era algo pocas veces visto en el cine. Pero esta muy bien tratado, no de una manera obscena.
   Con toda esta presión, Barny, atea, recurre a una iglesia con ganas de decirle a un cura que la religión es el opio del pueblo. Y en el confesionario se va a encontrar con un curioso sacerdote, León Morin, que al escuchar semejante acusación, no solo no se enfada sino que, en parte, le da la razón;

   -"si, pero solo para los burgueses"
 
 
   Sobre esta base Jean-Pierre Melville hace una interesantísima película que se convierte en todo un dialogo sobre la fe y el riesgo de creer. Una perfecta adaptación de la novela donde se ha rescatado los mejores diálogos. Por ejemplo, cuando Barny le cuenta todo su panorama vital, le dice:

"- Tu iglesia me condenaría.
- Pero no la Iglesia invisible.- le contesta León.
- ¿Qué es la Iglesia invisible?
- La humanidad de gran voluntad."

   Que diferencia cuando una película se deja asesorar por la teología, como también hicieron en "El exorcista". En esta película hay teología, y una teología muy avanzada y adelantada a su tiempo, solo hay que ver el pequeño fragmento homilético en un determinado momento de la película. También se nota por ejemplo en el debate sobre si Dios existe o no, le contesta León:
  
"-Dios no tiene existencia, Dios es existencia"

   Una película que habla de la fe al estilo kierkegardiano, un salto al vacío, como casi todas las grandes opciones de esta existencia. También se dice algo que aun buena parte de creyentes y teólogos no quiere asumir y es que la experiencia de Dios es incomunicable, las palabras suenan siempre gastadas. Lo único que se puede percibir es el cambio en la conducta y en su comportamiento, pero nunca, nunca podrá comunicar nada de la famosa "experiencia de Dios". Esto sale  en esta película, una película, no lo olvidemos, de 1961.

 O también se plantea una gran cuestión que no ha perdido ni un ápice de actualidad, cuando Barny esta medianamente convertida, León, para probar la autenticidad de dicha conversión, le pregunta:

"-¿ Amas al prójimo por amor o por el cielo y la vida eterna?"

   Esta película francesa hace un alarde de valentía a la hora de afirmar sin complejos que un cristiano debe amar al prójimo aunque no hubiese recompensa, ni cielo, ni vida eterna ni más allá, porque el amor fraternal no tiene condiciones, ni siquiera eternas.
   Y esta película tiene un golpe de humor como pocas veces he visto. Es cuando Berny a contado su experiencia positiva con el sacerdote, y una compañera de trabajo también quiere ir a verlo. Pero en su segunda visita lo que realmente quiere es seducirlo, y acude a su despacho pintada como una puerta y con una minifalda que poco dejaba a la imaginación. Y León, un sacerdote inteligentísimo, ve al instante sus intenciones y que clase de persona tiene delante y le dice:

"- Querida, el amor que Cristo siente por usted es inmenso, es el más grande. Tenga por seguro que suyo es el reino de Dios. Usted es de las que él llamaba, las predilectas."

   Nunca había visto una manera tan cristiana, tan católica y tan religiosa de llamar puta a alguien.
   Hay que destacar la interpretación de Jean Paul Belmondo, por primera vez en su extensa filmografía interpretando a un sacerdote. Belmondo es un gran actor, de los mejores del cine francés. Aunque su obra maestra, de la que ya he hablado, fue Al final de la escapada. Y por supuesto Emmanuelle Riva, que a sus espaldas lleva el peso de interpretar a una mujer que va pasando diferentes fases vitales, hasta llegar a cierta madurez en la fe. Una actriz maravillosa.
   Otro ejemplo mas de un cine que  sabe adaptar con bastante acierto una novela teológica, con actores de primera categoría, además de ser los de moda en la cinematografía francesa de la época.
   Es cine en estado puro. Una delicia para teólogos y cinéfilos. Es una pena que esta película no haya sido estrenada comercialmente en España ni editada. Son las consecuencias de un censura ignorante, que no sabe ni lo que censura. Si al menos la hubiesen censurado por los adelantados contenidos teológico que resultaban algo fuertes para la época... pero no. La censura no era tan inteligente como para eso. La censuraron por un simple beso que aparece en un sueño De Berny con León. En fin, historia del cine a parte, estamos hablando de una gran película y de grandes interpretaciones.



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