Ya no es novedad esta esplendida manera de recuperar el arte de contar historias sin necesidad de palabras. Esto es cine, cine, puro cine. Solo imagen. El poder de la imagen es lo que cuenta la historia aquí.
Pablo Berger nos acerca el cuento de Blancanieves, adaptado a la España de los años 20, en Sevilla. Es una historia de amor de padre e hija, y de abuela y nieta. La primera parte es toda la fustracion de una familia destinada a ser feliz, truncada por la muerte.
La película recurre a primeros planos que acentúan los grotesco de las situaciones. El surrealismo de la vida.
Destacar la belleza de Macarena Garcia, hay planos donde no se puede estar mas bella, atractiva, es la hermosura de la inocencia y la bondad. También Marivel Verdú esta sobrebia. Esa es la palabra porque eso es lo que expresa en toda la película; soberbia. Esa enfermedad humana que hace estar poe encima del bien y del mal, pero mas recostada en el mal.
La película introduce una nota de originalida, algo que esta insinuado inculuso en la versión animada, el enamoramiento de uno de los enanos a Blancanieves. Hay unos planos de miradas que casi son lo mejor de la película.
Una reflexión sobre el recuerdo, el recuerdo de su madre, de su padre, de su infancia, de "pepe" la gallina... Los recuerdos son los que le dan el valor ante la vida, la cruel vida, metafora aquí de un toro de frente.
Un homenaje a la tauromaquia, algo valiente hoy en día, donde lo politicamente correcto, como buen rebaño, es situarse todos en contra, porque eso es lo que esta bien y asi tiene que pensar todos. En esta película las corridas son un arte, y no sangriento precisamente. Ahi esta el indulto que pide el publico al final.
Esta es la película elegida por la Academia para representar a España en los Oscar. ¿Qué las había mejores? Posiblemente, aunque no esta del todo mal. Mucho mejor que Grupo 7 mil veces. No me pregunten cuál hubise votado yo porque en eso no soy objetivo, para mi hubiese representado a España el detective más famoso venido a España a por Jack el Destripador. Pero en fin... Es la elegida y toda la suerte para Pablo Berger y su equipo técnico. POr cierto, la luz de esta película es maravillosa, es como un blanco y negro líquido, una luz poderosa, efectiva, fuerte... Eso, toda la suerte del mundo.
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