RODANDO...

   Desde hace mucho tiempo siempre me ha rondado en la cabeza la historia de una pareja, de una relación que de repente se han de separar por una decisión de ella incomprensible para él. He reescrito esa historia muchas veces. Me llamaba la atención  esa desición valiente de la chica y ese chico que la ama de  verdad y profundamente, y que no entiende absolutamente nada.
   Evidentemente no voy a revelar que decisión es esa ni el final de la historia, el arguemnte solo lo sabe una amiga. Y solo ha sido ahora cuando me he decidido a contar esa historia en forma de cortometraje narrado. Contar una historia siempre es dificil, y más si se ha de hacer tan solo con imágnes. Contar una historia es saber captar las percepciones más profundas que lo que pudieran sentir los protagonistas... Que la historia sea contada de tal manera que lleve a meterte en ella, y a exprimentar lo mismo que exprimentaría él o ella. Por ello ver una película o leer un buen libro es vivir otras vidas, exprimentar otras cosas de que otra forma nunca exprimentarías.

   Gran parte de la historia se desarrolla en Madrid. El verano pasado grabé junto a un amigo una gran cantidad de material  destinado a este futuro corto. Los lugares donde ellos estuvieron, las calles que caminaron, los parques donde se besaron, las barcas del Retiro donde pasaron aquella tarde de domingo, la Gran Via de noche, la soledad de la Puerta del sol de madrugada... Los lugares que fueron testigos de aquella historia, seran los que la narren y los que expresen cada sentimiento. Por ello la importancia y el cuidado de cada plano; si es de noche, de madrugada, por el día, a media tarde, si hay mucha gente en ese momento, o poca, y si la hay detenerse en el cómo pasean y que hacen. O fijarse en esa boca del metro, casi a media noche, con esas personas deseando llegar a sus hogares, con cierto aire de tristeza o cansancio en sus rostros... Contar una historia y expresar unos sentimientos con imágnes no es nada fácil.
   En este momento me encuentro seleccionando y montando toda la cantidad de planos rodados en Madrid, y ensayando con las posibles voces que narren esta historia...

                                                                                        Quien no inventa, no vive...
                                                                                                          Ana Mº Matute