Creo que junto
con “El Mago de Oz” de Frank Baum y de “Mary
Poppins” de Pamela Traver, “El viento
en los sauces” es uno de los libros infantiles-juveniles más hermosos que
se han escrito. Una historia escrita para niños con un mensaje para adultos.
Fue escrita
por Kenneth Grahame, un autor escocés, que aunque había escrito otros
interesantes cuentos, este fue el que le dio la fama. Fue un libro que escribió
en 1908 para el cuarto cumpleaños de su hijo, que había nacido ciego de un ojo.
Aunque estas circunstancias de la vida del autor y su hijo darían para otro artículo
e incluso para una película ya que cuando su hijo cumplió 20 años falleció y
Kenneth acabo retirándose y abandonando completamente toda vida social.
El viento en los sauces se compone de 12 capítulos narrados en un estilo sencillo aunque
muy trabajado. Los diálogos de los animales protagonistas son realistas y
directos. El libro plantea cuestiones vitales camufladas en un contexto
infantil como la lucha entre seguir viviendo una vida plácida y rutinaria o
emprender una existencia aventurera para dejar atrás lo cotidiano. Sobre la
sobriedad de las costumbres, sobre lo importante que es saber aceptar y valorar
lo que uno tiene…y el gran tema, sobre la amistad verdadera, sobre lo
importante que es pasear por los caminos de la vida acompañados.
El personaje vertebrador del libro es el señor
sapo, que es un animal afectuoso y complaciente, pero también fanfarrón e
irresponsable, amigo de meterse en problemas. Son sus amigos la rata del río,
el topo y el tejón los que le ayudarán a superar sus problemas y a que vuelva a
tener una vida digna.
Los personajes
de El viento en los sauces muestran
en realidad comportamientos cercanos a los humanos y alejados de los animales.
Son personajes educados, ejemplo de etiqueta y cortesía. Destaca la solidaridad
que muestran con el sapo o como el ratón reacciona ante la nostalgia y añoranza
de la casa del topo.
Otro “protagonista”
del texto es la naturaleza. Se describe como en cada estación y en cada momento
se realizan unas determinadas tareas. Se describe la campiña inglesa y los paisajes
con una gran elaboración y precisión.
Por supuesto
este libro llamó la atención y fue llevado al cine de animación en el año 1983,
otra de dibujos animados en 1988. Ambas consiguiendo trasmitir esa esencia del
libro.
Si por algo he
querido escribir sobre este pequeño gran libro es porque tiene un trasfondo de
sensibilidad, de nostalgia, quizá de en algunas ocasiones de cierta tristeza.
Pero sobretodo es un canto a los amigos, a
esa mano amiga que te salva. También es un cuento que, al igual que El mago de Oz, se afirma que como en
casa no se está en ningún sitio, el valor de la casa familiar, de los recuerdos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario