THE EXORCIST

   Quizás sea "El exorcista" una de esas películas más vista y menos reflexionadas y entendidas por haber sido eclipsada por sus imágnes finales y lo impactante del exorcismo final. Pero francamente "El exorcista" es una de esas películas filosófica-teológica, que tiene una gran carga reflexiva de fondo.

   Todo empezo cuando un joven seminarista jesuita, Willian Peter Blatty, quedó fascinado por un caso en 1949 de un niño llamado Robie Mannheim, quien supuestamente estaba poseido. Y ya fue a finales de los sesenta, cuando quiso demostrar que sabía hacer otras cosas a parte de las comedias con Blake Edwars, y escribo la novela. Una novela editada en 1971 y que se mantuvo en el top 10 de los libros mas vendidos durante 54 semanas.

   Y se buscó al director perfecto que supiera darle seriedad, un tono documental de realidad, y una profundidad insólitas en este tipo de géneros; William Friedkin.

   La película es toda una reflexión sobre la fe, la incredulidad, las dudas, la inocencia y la indefensión... Es curiosa la trayectoria que hacen madre e hija antes de dar con la cuestión, pasan por medicos, cirujía, psicología, psiquiatría.... Pero el poder de la ciencia es limitado.

   Se le acusa a la película de ser ultracatólica por ser demasiado explicita en la defensa de la fe católica. Pero cirtamente el agnostico Friedkin mantiene en la película una total objetividad. Por ejemplo, cuando los psquiatras le recomiendan a la madre que lleven a su hija a un rabino o un sacerdote, no lo hacen por convicción religiosa;

- Es una especie de tratamiento de choque... es un ritual muy elaborado en el cual un rabino o un sacerdote intenta expulsar al supuesto espíritu invasor. Hoy en día esto se ha descartado, expecto los católicos, que lo ocultan como embarazoso. Pero el caso es que funciona, aunque no por los motivos que ellos creen claro... Es pura fuerza de sugestión.

   Es una interesante conversación donde la todopoderosa ciencia, se ve insuficiente y acaba aconsejando metodos medievales.Lo mejor es la pregunta final de la madre, en medio del amplio grupo de medicos alli reunidos;

- ¿Me esta diciendo que debo llevar a mi hija a un curandero, doctor?

   Luego está el interesante personaje del teniente Kinderman, que representa a la mayoría esceptica, a la razón, el solo trata de entender racionalmente lo que está pasando.

   Es muy sugerente la manera en la que Friedkin representa la presencia del maligno, lo hace a través de imágenes u objetos cotidianos; ruidos en la casa, las sirenas de la policía, rostros humanos, el metro, el tic tac del reloj, los enfermos del psiquiatrico, el timbre de la puerta... Es maravillosa la ambientación de la casa, las escaleras de la calle, la llegada de Merrin...

   El exorcista es una obra maestra, un pelícua de tensión psicológica y de terror, un tira y afloja entre la fe y la razón, entre la duda y la creencia... En este sentido es clave el personaje de Damien, sus circunstancias personales, su madre, su crisis de fe, su prestigio en la psiquiatría y su falta de convicción como creyente... Y en medio de todo eso, una madre angustiada le habla de posesiones...
   Destacar también los ajustes sonoros de Gonzálo Gávila, que no necesito ningún recurso técnico... Solo con una cartera con tarjetas de crédito logró hacer el sonido de una cuello retorcerse...
   Y destacar a Ellen Burstyn, que hace el papel de madre que da todo por su hija, que no le interesan teorías ni creencias, sino la efectividad, la salud de su hija. Maravilloso sus diálogos con los médicos y con Damien.
   En definitiva, una película por redescubrir, una obra maestra...